EL CASO ALEXEI JACCARD: QUINCE PERSONAS DESAPARECIDAS ENTRE ARGENTINA Y CHILE (CAPÍTULO 3)

Continuamos con la Sentencia, página 2073 :

“Los hechos descriptos se encuentran fehacientemente acreditados, a partir de las constancias probatorias colectadas durante el debate oral y público celebrado en autos...

Paulina Elina Veloso Valenzuela se explayó sobre el caso y expresó que ante la desaparición de su marido, Alexei Vladimir Jaccard Siegler, ella no realizó querella penal en Argentina, pero sí en Chile -en el año 2000- contra Pinochet, Manuel Contreras y otros, en la cual se produjo el desafuero de Pinochet en el 2004 y en 2003 se procesó a Manuel Contreras, Espinoza y Willike.

Sin haber obtenido sentencia hasta la fecha de su declaración.

Aclaró que esa causa está dividida en distintos episodios, pero no recordaba su número.

En particular sobre Alexei Jaccard dijo que lo conoció en 1970. Él había nacido en Chile -el 30 de marzo de 1952- y era descendiente de suizos.

Vivía en Concepción y -al momento del golpe de Estado en ese país, en 1973- era estudiante de economía de la universidad de aquella ciudad.

Agregó que el nombrado militaba en el Partido Comunista de Chile y por ello fue detenido en el estadio de Concepción, en octubre de 1973 y liberado el 21 de diciembre de ese mismo año. Señaló que su esposo nunca tuvo un procesamiento y su libertad se produjo sin mediar oposiciones.

Él permaneció en Chile hasta 1974. En virtud de la persecución política, viajó a la Argentina y vivió cerca de Santa Rosa, La Pampa, en el campo de un hermano de su madre, hasta que obtuvo su pasaporte suizo.

Una vez que consiguió ese documento, volvió a Chile para despedirse de su familia y se fue a Suiza, donde estudió en la Universidad de Ginebra. Recordó la testigo que estos movimientos migratorios, Alexei los había realizado bajo su propia identidad y con documentación chilena.

La deponente viajó -a fines de 1975- a Suiza para casarse con su novio, el matrimonio se celebró el 8 de enero de 1976.

Sostuvo que él siguió militando para el Partido Comunista chileno desde Ginebra.

Allí, tenía contacto con otros chilenos, tanto comunistas como de otras filiaciones políticas, y una cantidad de amistades helvéticas.

Él era muy amigo de Myriam George –encargada del Partido Comunista en Suiza-, Carlos Larraín –también del mismo partido- y Angélica Jiménez.

Señaló que conoció a Américo Zorrilla -quien vivía en la Unión Soviética-, primero de mentas y luego lo vio.

El nombrado fue Ministro de Hacienda de Chile durante el gobierno de Allende. Aquél se contactó con Alexei (al menos en tres oportunidades) para pedirle que viajase a Chile, previo paso por Argentina, a fin de llevar el dinero del P.C. hacia su país.

Ubicó las reuniones en el año 1977 o 1976. Recordó que para esos años, habían sido detenidas sucesivas directivas nacionales del partido; por ello tenían un problema serio de recursos.

Según había entendido, se pensaba instalar una Directiva desde Buenos Aires, cuya cabeza sería Ricardo Ramírez.

Así, su esposo -quien podía utilizar su pasaporte suizo para viajar- fue requerido por las autoridades del partido para servir de enlace entre los comunistas que vivían en Argentina con aquellos que estaban en Chile.

Sostuvo que, como él tenía que poder hacer viajes posteriormente, le dijeron que dejase de participar públicamente en las actividades del partido, para evitar la persecución de la policía chilena que ya operaba en el extranjero.

El 14 de mayo de 1977, él partió hacia Milán con el objeto de viajar a la Argentina; llegó a Ezeiza el 15 de mayo en un vuelo de “Alitalia”.

La testigo comentó que Alexei preveía regresar a Ginebra para el 26 de mayo de 1977 y que tenía reserva hecha en el Hotel Bristol -sito en la Av. Cerrito de esta ciudad-; lugar donde finalmente se alojó el día de su arribo.

Pero no se quedó allí, a la tarde o al día siguiente fue a visitar a su madre, Julieta Siegler, que estaba “de paso” (sic.) con su hermana -Tatiana Henriette Jaccard Siegler- y su cuñado en Buenos Aires esperando los documentos para exiliarse en Paris.

Al día siguiente, Alexei fue secuestrado; por eso ella indicó como fechas posibles del hecho el 16 o 17 de mayo de 1977.

La testigo aclaró que su esposo tenía prohibido contactarse con cualquier amistad y/o familiares. Para ese entonces, la familia de él estaba compuesta por la madre, la hermana antes mencionada, y los 3 hijos, un cuñado –Samuel Valenzuela- también militante del partido comunista.

La familia de Jaccard partió a los tres días del encuentro rumbo al exilio.

La testigo dijo que supo que Alexei –luego del encuentro familiar- iba a encontrarse con Ricardo Ramírez y con Héctor Velásquez Mardones -aclaró que con alguno de ellos o con ambos-.

Los tres fueron detenidos ese día; si bien no sabe si en el mismo momento o con diferencia de horas.

Juntamente con ellos fueron detenidos un grupo de comunistas argentinos, quienes prestaban colaboración en solidaridad con los chilenos.

Además, supo que Alexei antes de partir para Santiago había quedado para encontrarse con su cuñado, Samuel; pero ese encuentro no ocurrió.

Su cuñado, a los pocos días recibió la documentación pertinente, y emigró con su familia a París. Sostuvo que ellos no supieron del hecho hasta que la deponente les avisó.

Refirió que no se comunicó con su esposo mientras estuvo en Buenos Aires porque no estaba programado, esperó su retorno en su casa.

El 26 de mayo, cuando Alexei tenía que retornar y no lo hizo se preocupó.

Pero, como tampoco tenía con quién hablar, porque no sabía quiénes estaban interiorizados de la operación, no pudo averiguar mucho.

El 3 de junio de 1977 la llamó la jefa del partido en Ginebra –Myriam George- y le informó que un tercero se dirigiría a su casa para hablar con ella.

La reunión se produjo el mismo día, una persona que llegaba de Moscú de apellido Insunsa.

Él era el encargado de atender a los exiliados chilenos que estaban en Italia. Éste le dijo que Alexei había sido detenido en Argentina con varias personas, sin indicar la fecha precisa. También le mencionó los hoteles donde podría haberse alojado.

Insunsa hizo hincapié en que había que salvarlo, porque consideraban que Jaccard era el único del grupo cuya vida se podía preservar.

Por ello era necesario iniciar una campaña de denuncia para solicitar su liberación.

El partido pensaba que existía la posibilidad de que fuera dejado en libertad; toda vez que no era conocida su pertenecía orgánica al aparato (no había tenido responsabilidades anteriores), tenía nacionalidad suiza y estudiaba en la Universidad de Ginebra.

Sumado a que su detención podía no resultar de interés para los captores y que el gobierno suizo trataría de encontrarlo haciendo denuncias internacionales. Los responsables del partido le preguntaron a la testigo sobre lo que sabía de la actividad que iba a realizar Alexei; a lo que respondió que conocía muy poco. No le dieron mayor información sobre lo que él había ido a hacer a Chile; indicándole que tenía que decir que fue allí a ver a su familia, sin hacer referencia a actividad política alguna.

Eso fue lo que la testigo siempre dijo, a sabiendas que no era cierto, pero suponía que ello le salvaría la vida, por lo que no dudó en hacerlo.

El verdadero motivo del viaje tomó estado público muchos años después.

Dijo que ella se contactó con el Diputado Jean Ziegler (profesor de la Universidad de Ginebra) y éste se comunicó con el gobierno suizo, el cual -el 4 de junio de 1977- mandó notas a sus respectivos embajadores emplazados en Buenos Aires y Santiago de Chile –el último presentó la nota ante el gobierno respectivo el 7 de junio de 1977-.

Explicó que en un primer momento las autoridades helvéticas pretendieron dirigir los reclamos hacia la Argentina, pero que ella sabía que la razón del viaje de Alexei estaba en Chile; por lo que insistió en que las gestiones se hicieran en ambos países.

Ella entabló comunicación con un abogado reconocido en Suiza, cuyo nombre era Roland Bersier, y también se organizó un comité de solidaridad -formado por muchos estudiantes en el que participaba el Rector de la Universidad de Ginebra- para que alguno de los gobiernos reconociera la detención.

Indicó que esas acciones se hicieron pensando en las posibles torturas que pudiera sufrir Alexei mientras permanecía detenido sin ser reconocido por algún Estado, pero nunca consideraron su desaparición como un hecho posible. Recién con posterioridad entendió que de haber obtenido éxito en sus gestiones, le habría salvado la vida.

Reseñó las gestiones judiciales que se realizaron con motivo del secuestro de Alexei. Se presentó un recurso de amparo ante la Corte de Apelaciones de Santiago vía telefónica, también se contactó por igual medio con la Vicaría de la Solidaridad, asimismo, se comunicó con el abogado Alejandro González Poblete (quien siguió el recurso de amparo interpuesto entre el 3 al 5 de junio de 1977 en Chile).

El padre de la deponente, que era abogado redactó una querella criminal en Santiago que presentó la madre de la testigo en julio de ese año.

En Buenos Aires, personal de la Embajada de Suiza se contactó con la Liga Argentina por los Derechos del Hombre y el abogado Julio Viaggio realizó las presentaciones pertinentes (amparo y querellas), pero no recordó las fechas, ni los contactos realizados.”.

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